A lo Scream
Una túnica negra y la famosa máscara de este malo malísimo, te sobrarán para que tu pequeño triunfe en el colegio.
?Qué no sabes de dónde sacar la careta? Las hay por todos lados. En tiendas especializadas para disfraces o en los mismos mercadillos. Cuando cuentes con la túnica y la máscara, sólo faltarán unos guantes negros de tela o licra y un cuchillo mentira.
Zombie
Uno de esos disfraces que siempre genera expectación, pero cuidado, solamente si está conseguido y se identifica claramente.
Uno de los riesgos que asumimos cuando decidimos fabricarnos nuestro propio disfraz es precisamente éste. 'Que nuestro gozo acabe en un pozo' porque nadie sabe de qué vamos disfrazados. Por eso, sólo tienes que ocuparte de que alguien con 'mucha maña' te maquille o maquillate tu, pero bien, para que parezcas un zombie en toda regla.
Para ello necesitarás maquillaje color blanco y gris para la cara, sangre de mentira, polvos de talco, barro o arena sucia para decorar el cuerpo, y ropa blanca vieja.
Cúbrete con las prendas blancas, rociándolas después con maquillaje (preferiblemente tonos negros y marrones, para imitar la suciedad. Venden maquillaje barato en las tienda de chinos). Salpica con sangre todo el cuerpo, de tal manera que parezca ‘que te has comido a alguien’. Unos zapatos viejos, rotos o al menos sucio, harán el resto del trabajo. 'Voilá', listo para ir a por tus víctimas.
Los disfraces de siempre
Si prefieres optar por los disfraces de toda la vida, porque así te sientes ‘más seguro’, has de saber que la indumentaria también estará al alcance de tu mano. La misma túnica negra que sugeríamos para el disfraz de Scream, la necesitarás para el de bruja. Además, utiliza una cuerda, lo más gorda y deshilachada posible, para rodearte el cuerpo a modo de cinturón.
Un sombrero acabado en punta y una nariz de plástico será lo único que probablemente tengas que comprar. En los chinos, en los que los precios están ‘tirados’, encontrarás según se vaya acercando la fecha, estos accesorios !casi con total seguridad!. Si no, siempre puedes fabricarlos tú misma, con ayuda de Internet.
El de fantasma sólo requiere una sábana blanca con aspecto descuidado y un poco rota por un lado. Póntela de manera desigual, y abre dos agujeros, uno en casa ojo.
En la nariz también hará falta abrir uno pequeño. Si quieres aderezar el disfraz con una cadena atada al tobillo del niño, siempre puedes hacerte con una de plástico y que así no te pese demasiado. !Listo para asustar!
Como ves, la llegada de Halloween no tiene por qué implicar gasto extra en casa. Basta con un poco de imaginación y de práctica.